Cuando fue la Revolución de mayo en Buenos Aires, la Banda Oriental le fue fiel al gobierno español que trasladó su base regional a Montevideo.
En enero de 1811 llegó desde España Francisco Javier de Elío con el título de Virrey, quien inició los preparativos de la guerra con Buenos Aires. También cambió algunas medidas fiscales para sus recursos:
-regularización de títulos de propiedad de tierras para el pago de la
contribución
-solicitud de donativos patrióticos
-impuestos a las
importaciones de cuero, tabaco
-control del contrabando permitiendo el
comercio sólo a buques autorizados y a través de intermediarios
nacionales.
Muchas personas salieron perjudicadas debido a estas medidas y los españoles ya impedían el comercio con los ingleses. El uso de la fuerza sirvió para coaccionar a los pueblos a reconocer la autoridad española en Montevideo, también se sumaron empréstitos forzosos al clero.
Algunos jefes militares que estaban al servicio del gobierno español, se pasaron al bando revolucionario. Uno de ellos fue José Gervasio Artigas el 15 de febrero de 1811, quien abandonó Colonia del Sacramento y pidió ayuda a Buenos Aires para el levantamiento en la campaña.
Los preparativos revolucionarios comenzaron en diciembre de 1810, cuando el alférez Justo Correa se enteró que posiblemente habían tropas porteñas en el territorio de la Banda Oriental. Éste convocó a desertores y paisanos a un levantamiento de armas inmediatamente. Pedro José Viera se unió al llamado de Correa en enero de 1811 con veintiocho hombres, a quien le siguió Venancio Benavides en febrero.
El 24 de febrero fue la declaración de guerra por parte de Buenos Aires.
El 27 de febrero el contingente de revolucionarios tomó una decisión, emprender las primeras acciones. Al día siguiente tomaron las cercanas poblaciones de Mercedes y Santo Domingo de Soriano.
El 28 de febrero de 1811 a orillas del arroyo Asencio los criollos tomaron la decisión de emprender las primeras acciones revolucionarias contra la Corona de España junto Venancio Benavides y José Pedro Viera con un centenar de gauchos, proclaman luchar por la libertad del Pueblo Oriental. A esto se le llamó Grito de Asencio para conmemorarlo en la historia uruguaya.
Todos, desde el más humilde peón, hasta los curas, desde los hombres "sueltos" que habitaban el campo abierto, hasta los esclavos y los indios -guaraníes, charrúas o minuanes-, todos se integraron a ese contingente que, sin muchas más armas que el lazo, la boleadora o simples tacuaras con cuchillos enastados, conformaron un ejército nuevo, era un ejército libertador.
El Pueblo Oriental se levantó en armas para luchar por su libertad. A ese movimiento Artigas lo llamo "la admirable alarma". Desde todos los rincones de la Banda Oriental, al influyo de los caudillos locales, se movilizaron los hombres. Cada sector tenia un reclamo particular.
Los factores aglutinantes eran dos. El primero era "el pago" fenómeno geográfico y social, que implicaba la existencia de un caudillo. Éste se convirtió en el jefe. El segundo factor aglutinante era la presencia de José Artigas, un interlocutor colectivo vinculado por instinto e ideas a la multitud y a la causa de la libertad.
Fuente de datos: www.wikipedia.org
Libros: "Mi historia, Uruguay" e "Historia II"
Revista: "El escolar"
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